¿2 Bafles Chicos o 2 Bafles Grandes?

Porque los peces son chicos, finitos. El tamaño no importa.
El agua se comporta.

Cambiaron el tamaño. El departamento de marketing de Ideal dice: “vamos a armar un nuevo set de bafles porque detectamos una oportunidad de negocio en tal franja etaria”. Bárbaro.

Estos son blancos. Ojo: están ya en blanco. Él va porque es blanco. Yo este bafle lo puedo incluir en un hogar porque es blanco, porque no existe. Se mimetiza con la pared y es chiquito.

Si yo quiero vender esto que está acá atrás —los Altec—, ¿a qué franja etaria me va a corresponder? Este bafle va frente rico, porque es un metro cuadrado de equipo. Ese barrio tiene que tener al menos 80 metros cuadrados en el living o la sala de audio.

El principal mercado del mundo, que es Estados Unidos, en 40 años cambió las métricas de su casa: pasó de 260 metros cuadrados en 1965 a comprar, en 2020, propiedades de 60 metros.
No entran más los bafles.

Desde ese lugar también se “traiciona” la tecnología. Entonces necesitamos tener un bafle del tamaño del Altec.

La verdad es que hoy, técnicamente, no necesitamos más tener un bafle del tamaño del Verde. No lo necesitamos más. ¿Por qué? Porque el rendimiento de este conjunto que tenemos acá va a imitar al bafle que ya pasó en el tiempo. Tiene 50 años.

—”Pero che, ustedes venden vintage”—.
Entonces, ¿ser vintage no sería seguir con eso?

Sí, sigue siendo, si usted tiene espacio para llevarse el Altec y pagarlo. Entonces venga y consuma el Altec: llévese ese arte que suena maravilloso.

Técnicamente hoy, con un bafle pequeño se puede lograr lo mismo que antes se lograba con un bafle grande. Los grandes bafles tienen sentido cuando uno tiene grandes espacios a llenar de música. Cuando uno tiene, no sé, mil metros cuadrados…
¿Quién tiene mil metros cuadrados?
¡Montreux! Yo no conozco a nadie…

Los avances y los cambios en los materiales han sido muchísimos. Cambió la tecnología en los imanes.

Todas las grandes empresas del parlante comenzaron con imanes de AlNiCo. Hoy tener un parlante con ese tipo de imán es prácticamente impensable.
Y después entramos en la camiseta de… Pero tecnológicamente, hoy un imán como este, de cerámica, es mucho más eficiente.

Y ni hablar de los imanes nuevos, los imanes de neodimio, que ya existen. Se hacen ahora, no es un invento nuestro. Se empezó a usar con los brazos de lectura de los discos rígidos, sí, hace más de 50 años. Cuando Western inventa el sistema Winchester, que es un sistema de aparcado (de parking) de los discos, ya se usaba.

Es un imán que básicamente lo que tiene es gran potencia, muchísima potencia en un espacio muy reducido. Eso es muy importante en la era espacial.

Toda esa tecnología hoy está acá, en los bafles. Los tweeters, o en general todos, tienen nuestros imanes súper potentes. Se redujeron los tamaños y mejoraron las eficiencias.

El sonido, pero muchísimo.
Desde qué rango toman, cuánta potencia soportan y cuál es la plasticidad de ese tweeter. Hasta dónde puede describir sonido.

Lo mismo pasa con los componentes.
A mí me pueden encantar los bafles vintage.
A mí me encantan las afrentas. Tengo bafles vintage. Son fantásticos.
Pero uno no puede desconocer el proceso tecnológico que ha habido en los últimos 25 años, como mínimo.

El soporte del parlante… esto es de chapa, pero hoy se hacen de aluminio.

Donde empezamos a trabajar en serio es con imanes mucho más pequeños, con tecnología nueva. Tecnología en los conos. Con bobinas perforadas, con refrigeración por ferrofluido, entre otras cosas.

En la parlantaría hay mucha tecnología aplicada. Muchos software aplicados.

Hay una maqueta, se arma una maqueta digital que genera, primero que nada, el tamaño de la caja. Vamos a saber qué componentes vamos a usar y vamos a diseñar un crossover también en función de los componentes.

Es muchísimo más eficiente y mejor trabajar con estas maquetas. Antes no existían.
Además, hacer un bafle hace 40 años atrás era a mano, con cálculo mecánico y con instrumentos que aproximaban. Y uno iba aproximando en ese proceso para llegar a una resolución que podría estar bien… o no.
Y uno podía seguir y seguir indefinidamente.
Por supuesto, eso es imposible. Técnicamente no hay forma de que eso suceda.
En un momento hay que parar el diseño y empezar la producción.

El tamaño del bafle hoy ya no importa, porque podemos tener el mejor sonido en dos cajas como estas, en bafles como estos, y no necesitamos más tener un bafle de 18 ni una corneta de 130 watts.
Tampoco necesitamos manejar grandes potencias.

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